Otra posible mala noticia, según apunta Javier Bernat, de GVC Gaesco Beka, sería que, dado que ahora se vuelven a revisar las valoraciones de todos los activos, el análisis revelara que son necesarias nuevas provisiones de aquí a final de año. Ahí podría residir también la razón del fracaso de la operación de venta. Este experto tampoco descarta que la entidad termine vendiéndose por partes, que se vaya desprendiendo de sus activos estratégicos hasta terminar liquidándose. O que se realice una operación acordeón, es decir, que la entidad reconozca un patrimonio nulo, con lo que el valor de las acciones en circulación se quedaría en cero, y se realice una ampliación de capital por la que se pidiera a los accionistas viejos más dinero