Lo indignante es que encima nos venden el mensaje de que, en este caso, nadie escapa al escrutinio de la ley. Sinceramente es vergonzoso porque a cualquier españolito de a pie, por muchos menos le cae todo el peso de la justicia de forma inclemente. Si al fiscal general y a los jueces les nombran los partidos que vamos a esperar de la Justicia cuando ese fiscal y esos jueces tengan que juzgar a los políticos que les han regalado el cargo. Aún existen personas admirables como el juez Castro que, a pesar de las presiones que habrá recibido, siguió con la instrucción del caso hasta el final. Y nos queda por ver como quedará el caso Puyol. Y luego todos, como perritos obedientes, vamos a votar. Luego nos escandalizamos de que cada vez los populistas gozan de más confianza. Es el de modo de reconducir la rabia y la indignación, votar contra el sistema.