Óscar Valero. AtenasEnviar correo a Óscar Valero. Atenas
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Del “hay dinero” a “el pueblo griego va a recuperar la dignidad”. De las palabras confiadas de Papandréu en 2009, antes de que se precipitara el desastre de la crisis, a las de Alexis Tsipras, que con 40 años tendrá la oportunidad de formar un Gobierno izquierdista en Grecia. Seis años han pasado, pero para la sociedad helena han sido como dos décadas. Mucha clase media ha visto la pobreza de cerca, algunos han caído en ella, y el bipartidismo ha sucumbido por el camino. El giro de los griegos hacia Syriza es imposible de entender sin las condiciones impuestas por la troika y por los recortes, primero implantados por los socialistas y, más tarde, por los conservadores.
El programa presentado por el líder izquierdista, que ha encontrado en Pablo Iglesias al compañero perfecto, promete muchas cosas; entre ellas algo que ha atraído a votantes de todos los partidos, incluidos los de Nueva Democracia: el fin de la austeridad.
Cualquiera que estuviera anoche en el centro de Atenas podría pensar quetoda Grecia vota a Syriza, a pesar de contar con poco más del 36% de los votos, apenas a un par de escaños de la mayoría absoluta, 149. Los conductores tuvieron durante la noche la mano suelta con el claxon, contagiándose la alegría y ensordeciendo al peatón. Parecía que la alegría se respiraba, como la euforia desde la universidad de Atenas, donde hablaba Tsipras. “No más memorándum, no más troika, no más destrucción”, decía a sus entregados seguidores, que habían cantado “Bella Ciao” y demás imaginario partisano. “Hoy hemos hecho Historia”, insistía Tsipras, quien también quería remarcar, que “no ha habido más perdedores que los poderes económicos”.
Syriza prefiere a los Independientes Griegos
Que no hay derrotados era un guiño muy adecuado para sus posibles socios. Syriza deberá formar gobierno, y cada posible aliado le dará un carácter diferente a sus políticas. El presidente de la República, Károlos Papulias, llamará a Tsipras en las primeras horas de esta mañana de lunes para instarle a que lo haga. A priori, las alianzas posibles eran Potami (liberales, 17 escaños), Pasok (socialistas, 13 escaños) o los Griegos Independientes (conservadores, 13 escaños). Ninguno de ellos estaba dispuesto a colaborar si otro partido de los mencionados entraba en el Ejecutivo -Theodorakis, líder de Potami y Kammenos, de GI, lo han dicho explícitamente-; el antagonismo era máximo.
Ver vídeo: Syriza se hace con el poder en Grecia Syriza parece haber tomado una decisión y ha decidido cortejar a los Griegos Independientes; de hecho, podría haber llegado a un preacuerdo con ellos. No hay afinidades ideológicas en temas sociales, pero le pedirán lo que Tsipras está dispuesto a dar: más mano dura con la troika. Potami, más cercano al centro-izquierda, solo tenía una condición: dejar al país en el euro. Dicho requisito y su carácter reformista le hace menos anti-memorándum, ya que considera que algunas medidas son necesarias, y más propenso a cumplir los compromisos cerrados con la troika. Pero un gobierno con Potami sería visto como más proeuropeo de cara a Bruselas. Pasok, metido en un proceso de descomposición, no hubiera sido un buen comienzo para una Syriza que pretende despegarse de lo que califican como “vieja política”. No obstante, hasta que no haya confirmación oficial, las opciones siguen abiertas.
‘Hoy hemos hecho Historia’, insistía Tsipras, ‘no ha habido más perdedores que los poderes económicos’
Tsipras tiene tres días para formar gobierno, según la constitución. Si no lo consigue -es una posibilidad remota- el turno sería de Samarás, que dispondría de otros tres días. Después, la tercera fuerza,
los neonazis de Amanecer Dorado, un escenario que nadie quiere ver cumplido. Esta era una de las razones por las que la posición de tercer partido es tan importante.
El de Syriza será constituido de manera más sencilla que el de 2012, un año de dobles elecciones. En mayo, Samarás, Tsipras y Venizelos, líder del Pasok, llevaron a cabo este procedimiento. Ninguno consiguió formarlo. Semanas después se repitieron y, esta vez, Nueva Democracia, Pasok e Izquierda Democrática dieron luz a un nuevo Gobierno en Atenas.
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