Tanto querer presumir de democracia y la verdad que que la consulta a mí no me lo parece.
La pregunta que se plantea no consulta la voluntad del pueblo, es una pregunta hecha por un sector político con el único fin de anexionarse fieles y poder, y no por quién defiende el interés ó la voluntad de la mayoría. Sólo tiene salida en una dirección, si saliera que sí se daría un paso más pero si sale que no ¿qué se ofrece?.
Una pregunta democrática sería si se quiere ser gobernado por un gobierno autonómico ó central. Si sale autonómico se evoluciona hacia los autogobiernos y si sale central se hace hacia la desaparición de éstos. Pero tampoco tendría sentido que por ejemplo en Aragón y Valencia saliera el independentismo y en Cataluña el centralismo, territorialmente quedaría aislada y no parece que tuviera sentido hablar de un modelo de estado central, lo que me viene a decir que no es sólo la opinión de unos pocos la que hay que tener en cuenta.
Además sobre la legitimidad del derecho a decidir autoconcedido podría plantearse la cuestión al revés: si Catalunya fuera un país independiente que quisiera anexionarse a España ¿es algo que deberían votar, los catalanes, ó alguien más?
Imagina que en un momento determinado el gobierno de España quisiera plantearse salirse de la Unión Europea, y que por tanto decidiera realizar una consulta a la población.
¿A quien debería ir dirigida la pregunta? ¿a los españoles, quien es a los que los compete, o a todos los europeos?
¿De quien depende la soberanía de una población determinada?
¿Y si Bruselas impugnara por la activa y por la pasiva cualquier tentativa de referéndum Español?¿Que pensarías?
El problema no es muy distinto en Catalunya, hablamos de soberanía, que es el eje por el cual un pueblo puede declararse adulto y capaz de tomar decisiones, ¿no?
El 23 de enero de 2013, el parlamento catalán aprobó
la soberanía del pueblo catalán mediante un proceso democrático y con una amplia mayoría de 85 votos a favor y 41 en contra.
El tribunal constitucional rápidamente la suspendió, sin embargo el parlamento catalán todavía la considera vigente porqué
una voluntad política no se puede suspender.
Y así nos van las cosas.