Quiza esto es mas "politicamente correcto" :
El PP va a legalizar que se pueda gobernar sin mayoría, lo que le permitirá seguir gobernando sin negociar con nadie (es decir, hacer lo que le dé la real gana)
- Además del 40% deberá tener una ventaja de sólo el 5% del segundo más votado.
Ángel Collado 07/08/2014
La propuesta de partida del PP al PSOE para pactar la fórmula que garantice que los alcaldes salgan de la lista más votada consiste en otorgar la mitad más uno de los concejales a la candidatura que supere el 40% de los votos. Además, esa lista debería obtener una ventaja de al menos 5 puntos sobre la segunda opción con más sufragios.
Según fuentes del Partido Popular consultadas por El Confidencial, los populares manejan ese sistema que ya han defendido en el Congreso, pero también se muestran abiertos a negociar sobre la idea de establecer un sistema de doble vuelta, que es el que a los socialistas les gustaba más en la anterior legislatura.
Pedro Sánchez dio la semana pasada un “no” sin más explicaciones a la invitación de Mariano Rajoy a cambiar la ley electoral para terminar con los casos de alcaldes elegidos por acuerdos entre los partidos sin respetar el principio de que gobierne la lista más votada. Pero en el PP insisten en que es una medida de evidente “regeneración democrática” que incluirán en su oferta general de pacto en la materia a los grupos de la oposición.
Las garantías para que en los ayuntamientos gobierne el candidato con más apoyo popular iban en el último programa electoral del PP, también figuró en anteriores etapas en las propuesta del PSOE y al partido en el Gobierno le parece que esta fase de la legislatura es el momento más oportuno para introducir la reforma consiguiente en la ley electoral.
“El motivo del rechazo no puede ser que faltan nueve meses para los comicios municipales, queremos argumentos y estamos dispuestos a escuchar sus alternativas y negociar”, aducen en el Grupo Popular.
La idea de partida del PP está en una iniciativa que ya llevaron sus diputados en octubre de 2009 al Congreso, en concreto a la subcomisión de la Cámara que debatió la última reforma de la ley electoral. Sólo requiere cambiar el artículo 180 de ese texto para establecer que cuando una candidatura obtenga la mayoría simple “y haya superado el 40% de los votos válidos emitidos en la circunscripción y supere, al menos en cinco puntos porcentuales a la siguiente candidatura, obtendrá automáticamente la mitad más uno de los puestos de concejal en el Ayuntamiento”.
El resto de los puestos no asignados a la mayoría se reparten por el método habitual, según los resultados. Y si ninguna candidatura llega a ese 40% podrían entrar en juego los habituales pactos postelectorales entre partidos para designar alcalde.
Con la citada fórmula de la mayoría amplia en sufragios y reforzada en concejales se garantiza el respeto a la lista más votada y, al tiempo, la estabilidad de la corporación, siempre que esté clara la primera posición del ganador, según insisten en el PP.
La propuesta de partida del PP al PSOE para pactar la fórmula que garantice que los alcaldes salgan de la lista más votada consiste en otorgar la mitad más uno de los concejales a la candidatura que supere el 40% de los votos. Además, esa lista debería obtener una ventaja de al menos 5 puntos sobre la segunda opción con más sufragios.
Según fuentes del Partido Popular consultadas por El Confidencial, los populares manejan ese sistema que ya han defendido en el Congreso, pero también se muestran abiertos a negociar sobre la idea de establecer un sistema de doble vuelta, que es el que a los socialistas les gustaba más en la anterior legislatura.
Pedro Sánchez dio la semana pasada un “no” sin más explicaciones a la invitación de Mariano Rajoy a cambiar la ley electoral para terminar con los casos de alcaldes elegidos por acuerdos entre los partidos sin respetar el principio de que gobierne la lista más votada. Pero en el PP insisten en que es una medida de evidente “regeneración democrática” que incluirán en su oferta general de pacto en la materia a los grupos de la oposición.
Las garantías para que en los ayuntamientos gobierne el candidato con más apoyo popular iban en el último programa electoral del PP, también figuró en anteriores etapas en las propuesta del PSOE y al partido en el Gobierno le parece que esta fase de la legislatura es el momento más oportuno para introducir la reforma consiguiente en la ley electoral.
“El motivo del rechazo no puede ser que faltan nueve meses para los comicios municipales, queremos argumentos y estamos dispuestos a escuchar sus alternativas y negociar”, aducen en el Grupo Popular.
La idea de partida del PP está en una iniciativa que ya llevaron sus diputados en octubre de 2009 al Congreso, en concreto a la subcomisión de la Cámara que debatió la última reforma de la ley electoral. Sólo requiere cambiar el artículo 180 de ese texto para establecer que cuando una candidatura obtenga la mayoría simple “y haya superado el 40% de los votos válidos emitidos en la circunscripción y supere, al menos en cinco puntos porcentuales a la siguiente candidatura, obtendrá automáticamente la mitad más uno de los puestos de concejal en el Ayuntamiento”.
El resto de los puestos no asignados a la mayoría se reparten por el método habitual, según los resultados. Y si ninguna candidatura llega a ese 40% podrían entrar en juego los habituales pactos postelectorales entre partidos para designar alcalde.
Con la citada fórmula de la mayoría amplia en sufragios y reforzada en concejales se garantiza el respeto a la lista más votada y, al tiempo, la estabilidad de la corporación, siempre que esté clara la primera posición del ganador, según insisten en el PP.