Noticia de labolsa.com
El director de regulación de Orange España, Julio Gómez, ha asegurado este miércoles que la compañía cuenta con "muchas" opciones, no sólo la compra de Jazztel, para competir en fibra, y ha advertido de que la potencial compra del 56% de Canal + por parte de Telefónica afecta a todos los rivales del incumbente.
Gómez ha señalado que la compañía, que actualmente tiene un acuerdo de despliegue conjunto de fibra óptica con Vodafone, puede comprar Jazztel, alcanzar nuevos acuerdos con otras compañías o aprovechar la oferta regulada mayorista cuando exista.
Además, el directivo se ha mostrado preocupado con la situación de los derechos audiovisuales en el mercado español de telecomunicaciones y ha recordado que la potencial operación de compra del 56% de Canal+ por parte de Telefónica, que ya posee un 22% de la plataforma de televisión de pago, afecta a "todos".
Para el directivo, la concentración que supondría el cierre de la adquisición del 56% de Canal+ por parte de Telefónica agravaría la posibilidad del incumbente de ofrecer contenidos exclusivos con condiciones no replicables por los operadores alternativos.
Por esta razón, el directivo considera que esta concentración de poder no debería ser permitida por la autoridad de competencia o se debería imponer condiciones a la operación que garantizasen que la competencia no se vea afectada.
Por su parte, el director del negocio residencial de Orange España, Samuel Muñoz, ha aclarado que la compañía tiene preocupaciones por el contexto regulatorio, pero no "problemas". "Tenemos un modelo sostenible y muy sólido y crecemos muy fuere en banda ancha", ha asegurado el directivo.
Orange presentó el lunes dos denuncias ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para pedir la paralización urgente de las nuevas ofertas Movistar Fusión de Telefónica, que migra de forma gratuita a los clientes de ADSL a la fibra y ofrece contenidos televisivos a todos los usuarios, y ha advertido de un abandono en el mantenimiento de la red de cobre por parte de Telefónica.
Para la compañía, con la migración de clientes de ADSL a la fibra, Telefónica pierde incentivo para mantener la calidad del cobre, que ya ha sufrido un deterioro en los últimos meses.