En un informe publicado hace pocos días, BBVA Corporate & Investment Banking era muy claro sobre el futuro de Jazztel.
“Creemos que una integración con Orange España es inminente e inevitable y dará lugar a una notable creación de valor neto de 2.500 millones de euros, de la que una parte significativa será transferida a los accionistas de Jazztel”, señalaba el estudio, en el que el BBVA subía el precio objetivo de la acción de la empresa desde 11 a 14 euros. Dentro del escenario base planteado por el banco, Orange se mantendría como principal accionista de la compañía surgida de la fusión, mientras que los accionistas de Jazztel tendrían un 36% del capital de la sociedad.
La entidad financiera, además, indicaba que se generarían unas sinergias directas de 1.400 millones de euros y otros 2.200 millones derivados de la consolidación del mercado y de la extensión de la red de fibra hasta un total de nueve millones de hogares.
El banco, que describía varios escenarios, comentaba no obstante que las restricciones financieras de Orange hacen ahora menos probable un acuerdo para un pago en efectivo. Según la entidad, la fusión es obligatoria para Orange, que no tiene otra forma para crecer en el mercado de banda ancha de alta velocidad. BBVA cree que los accionistas de Jazztel no recibirían dinero a corto plazo, pero a largo plazo obtendrían gran valor por la formación de un actor sólido en un mercado ya consolidado (recuerda que su cuota actual en el mercado de banda ancha es del 25%) y de la recuperación de la economía española.
Asimismo, BBVA contempla otro escenario en el que el valor de la acción de Jazztel llegaría hasta 16 euros.