Durante el primer mes del año Iceberg Asset Management SICAV obtuvo una rentabilidad negativa del 3,12%, el mayor descenso mensual sufrido desde la creación en Navidad de 2014.
El 2016 ha tenido uno de los peores inicios bursátiles que se recuerdan, índices como el S&P-500, Eurostoxx 50 o Nikkei 225 cedieron en enero un 5,07%, 6,81% y 7,96%, respectivamente, mientras que nuestro índice de referencia (60% Barclays Euro Aggregate Bond + 40% MSCI World €) obtuvo un retroceso del 2,31%.
Los argumentos usados para explicar las caídas no son nuevos; desaceleración en China, caída del precio del petróleo y de otras materias primas, baja inflación en la Eurozona y recorte de previsiones de crecimiento del PIB de algunas de sus mayores economías. Solamente las palabras de Draghi a finales de mes anunciando probables nuevas medidas monetarias expansivas en marzo consiguieron mitigar un poco las pérdidas en los mercados.
Sin embargo, en Iceberg AM no vemos motivos suficientemente graves para el devenir de la economía global que justifiquen tales caídas de las bolsas, y aun menos, de ciertas empresas cotizadas.
· China: es una economía inmersa en un cambio de modelo económico basado en la inversión y la construcción de infraestructuras hacia uno más occidentalizado, basado en el sector de servicios, que imposibilita un crecimiento del país de doble digito como al que nos ha acostumbrado por más de 20 años. Un aumento del 6,9% del PIB y un incremento del gasto familiar alrededor del 11% en 2015 no es nada menospreciable, es más, sigue aportando una cantidad excepcional de consumo a nivel global. Por cierto, a inicios de 2015 las expectativas de crecimiento del PIB chino ya eran del 7% según el FMI, lo cual, da más motivos para pensar que los retrocesos son exagerados.
· Petróleo: como sabemos, la caída del precio del crudo es debida a un exceso de oferta y no a un déficit de demanda (situada en máximos históricos). Además, conlleva un ahorro en el proceso de producción y/o distribución de muchas empresas y un aumento de la renta disponible familiar para consumir otro tipo de bienes y servicios. Por otro lado, el impago de los préstamos bancarios concedidos a las empresas productoras de petróleo para inversiones ahora no rentables (sobre todo de shale oil en USA), podría provocar problemas en el sector financiero y hay quien dice que desencadenaría una crisis similar a la de 2008. De momento, aunque no hay que negar que podría acarrear ciertos problemas, es muy pronto para aventurarse a hacer pronósticos tan funestos. Así que, el descenso del precio del crudo creemos que tiene un efecto positivo a nivel global y magnifico en muchas empresas.
· Inflación Eurozona: han sido innumerables las veces que el BCE se ha prestado a hacer “todo lo que sea necesario” para incrementar la inflación hasta el objetivo del 2% y creemos que no va a cesar en su empeño hasta conseguirlo. La inflación subyacente ya se sitúa alrededor del 1% y cuando el IPC total recoja toda la caída del petróleo probablemente subirá rápidamente con las actuales políticas monetarias. La inflación es un gran aliado del consumo y los beneficios empresariales, así que este debería ser un buen momento para invertir en renta variable europea.
Dicho lo cual, hemos aprovechado las caídas generalizadas para aumentar el peso en renta variable, desde el 41% al 47%, cerca del límite de gestión del 50%. Algunas de las compras realizadas más significativas han sido la entrada en BME y el aumento de posición en IBM y Semapa, además de invertir un 2% del patrimonio en el fondo de inversión de renta variable True Value FI. También se han llevado a cabo algunas ventas, es el caso de las posiciones técnicas en Munich Re, Delta Air Lines y Deutsche Bank, la última la única saldada con pérdidas.
En el terreno de la renta fija, venció el pagaré de Acciona de un año al 1,95%, y aprovechamos la gran liquidez en cartera para incorporar dos bonos. El primero, de la alemana Thyssenkrupp con vencimiento en agosto de 2018 y una TIR anual del 2,16%; el segundo, de la inglesa Tesco, con vencimiento noviembre de 2018 y una TIR anual del 2,24%.
Así, a 31 de enero de 2016, el peso de la renta variable era del 47%, la renta fija representaba un 41% y permanecía en liquidez un 12% del capital, mientras que se mantenía una cobertura del 62% sobre la exposición a USD (riesgo directo divisa extranjera 3%).
Iceberg Asset Management SICAV (ES0147269007)