[h=1] Las cifras demuestran que España se comporta como el resto de países: las regiones ricas tienen saldo negativo y las pobres, positivo.
Sin embargo, los resultados no son nada llamativos. Y no porque el trabajo no esté bien hecho. Sino porque, a pesar de toda la propaganda política que se ha hecho con este tema, en realidad hay poco que rascar en las balanzas fiscales. La principal conclusión de De la Fuente es que en España las regiones más ricas del régimen común (Madrid y Cataluña, sobre todo, aunque también Baleares) son las que más aportan a la caja nacional. Enfrente, las que tienen una renta per cápita inferior (Extremadura, Canarias o Ceuta y Melilla) son las más beneficiadas.
De esta forma, en términos de saldo per cápita, Madrid aparece como la más perjudicada: de media, sus habitantes ponen 2.575 euros en impuestos más de lo que reciben de gasto del Estado. Tras esta comunidad autónoma, aparece Baleares (con un saldo negativo por habitante de 1.329 euros) y Cataluña (1.119 euros). Finalmente, Valencia también aporta a la caja común, con 394 euros por cabeza. Ninguna otra región tienen saldo negativo.
En el lado contrario, destacan Ceuta y Melilla, con 4.312 euros de saldo positivo por habitante. Tras las dos ciudades autónomas, aparece Extremadura, con 2.697 euros per cápita en positivo (recibe más gasto público que ingresos aporta) y Canarias (con 1.910 euros por habitante).
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