Por la espalda...
No se quien tiene narices de intentar justificar un asesinato, pero mandan cojones.
Menos mal que las armas las tienen quien las tienen que tener, si se confirma la historia, si supiera la señora el marron que le ha metido al marido.
Histérica, además menos mal que la han visto, porque esta se marchaba, no se adonde, si es culpable, lástima de cadena perpetua.