Es una iniciativa del Gobierno. La caída de la recaudación por la rebaja de la potencia contratada moviliza también a las eléctricas. Objetivo: conseguir ingresos alternativos.
Habrá que pagar en el recibo de la luz por conectarse a la red eléctrica. Industria planea instaurar una cuota de conexión, como ya sucede con la línea telefónica donde se paga un mínimo por línea individual. Es una reacción a la caída de la recaudación por las bajadas de la potencia contratada.
Factura de la luz de una compañía española.
Según ha sabido
El Confidencial Digital en fuentes solventes del sector eléctrico, los técnicos del departamento que dirige José Manuel Soria tienen encima de la mesa el establecimiento de una
cuota de conexión a la red para incluir en el recibo de la luz.
Concretamente, se trata de un
pago fijo mensual en la factura, totalmente independiente del consumo y la potencia contratada por el cliente.
Esta reforma, advierten los expertos consultados, supondrá instaurar un tope al
ahorro en el recibo de la luz. Con esta
cuota fija, bajar la potencia contratada y reducir el consumo permitirán reducir los gastos hasta un límite.
Menos ingresos por las bajadas de potenciaEsta
nueva carga en el recibo de la luz obedece a la
caída de los ingresos por los peajes de acceso, es decir, los costes para las eléctricas de llevar el suministro hasta los hogares. Esta
merma responde, entre otros factores, a que las peticiones masivas de los clientes para bajar la potencia contratada han contribuido también a
reducir el porcentaje que recaudan las compañías por este concepto.
Efectivamente, tal y cómo se contó en ECD, las principales eléctricas españolas están recibiendo, sobre todo desde la
última subida de la luz a principios de año,
peticiones masivas para modificar los contratos. La razón: la mayoría de los clientes tienen más potencia instalada en sus hogares y empresas
de la que realmente necesitan y eso les penaliza en la factura eléctrica.
Esta situación se produce, explican fuentes del sector, porque desde el incremento del precio de la luz que entró en vigor en agosto, los usuarios no puedan esquivar la subida reduciendo el consumo. Las
nuevas tarifas bajan el precio de la energía utilizada,
pero aumentan la parte fija, que por tanto no depende del consumo del usuario.
No subir más el término fijo del reciboEn las dos últimas revisiones de los peajes, el Gobierno ha aprobado un
fuerte incremento del término de potencia, cuyo peso en el recibo se ha disparado respecto al del consumo. Supone ya, concretamente, un 40% de la factura.
El último golpe a los bolsillos, en febrero, fue una
subida de la tarifa de la parte fija de la factura un
18% y una bajada del 6,5% de la que se refiere al consumo.
Por ello, según las fuentes consultadas, el Gobierno no quiere optar ahora por una nueva
vuelta de tuerca incrementando aún más el
término fijo del recibo.
Concluyen que podría contribuir a mayores peticiones de los consumidores a las eléctricas para rebajar la potencia contratada, lo que agravaría el problema que inquieta a Industria de la
caída de los ingresos por los peajes de acceso.
Unos ingresos fijos al mes para las eléctricasLas fuentes del sector a las que ha tenido acceso ECD revelan que, aunque no lo manifiestan públicamente,
las eléctricas ya conocen esta propuesta. Y no la ven del todo mal. Las compañías venían reclamando al Gobierno que tenían que incluirse unos
ingresos fijos en la factura.
Lo defienden con el argumento de que llevar la electricidad hasta un determinado hogar o empresa
tiene unos costes, independientemente de la potencia que se contrate y del consumo que se haga.
Si además ambos conceptos
están ahora en caída libre, no ven con malos ojos la fórmula de cobrar una cuota por la conexión a la red. Serían unos ingresos fijos para ellas cada mes.
Las grandes compañías conocen la propuestaSegún las fuentes consultadas, Industria ha
informado ya a las eléctricas de estos planes en las reuniones que han mantenido a finales de febrero. En estos encuentros, el equipo de José Manuel Soria también les ha transmitido la preocupación del Gobierno por la
caída de la recaudación.
Esos
menores ingresos suponen otro obstáculo, advierten, para reducir el famoso déficit de tarifa que lastra al sector.
Apuesta por un reparto de los costes en el reciboFuentes del Gobierno consultadas por este confidencial explican que Industria está diseñando en paralelo cómo comunicar esta
nueva medida que será, a todas luces, impopular.
Suavizará el anuncio a los ciudadanos de esta carga adicional con el argumento de que se trata de repartir mejor los costes en el recibo.
De esta manera, se explicará que donde ahora
hay dos costes en el recibo (el fijo y el de consumo) pasará a haber tres (las dos anteriores más la cuota fija de conexión a la red).
Una
maniobra que posibilitará a Industria bajar las tarifas (lo que podrá ser vendido políticamente), pero a costa de un nuevo impuesto, que hará más difícil ahorrar en las facturas.