Noticia de "elEconomista.com"
VODAFONE deberá derribar numerosos escollos para que prosperen sus presuntas conversaciones para adquirir Ono. Al margen del precio y las condiciones generales de la operación, la multinacional británica tendrá que provisionar el coste de la ruptura del contrato móvil virtual que actualmente vincula al operador de cable con Telefónica, y cuya vigencia se dilata hasta el 31 de diciembre de 2015.
El importe de la posible indemnización formará parte del grueso de la negociación, aunque todo apunta a que la suma será muy considerable al tratarse del mejor cliente de Movistar por número de líneas. De hecho, el operador móvil virtual al que Telefónica proporciona su red celular supera el millón de abonados a finales del pasado diciembre.
Fuentes conocedoras de la situación, consultadas ayer por elEconomista, confirmaron que la rescisión unilateral de cualquier contrato incluye en la práctica totalidad de los casos una serie de pagos compensatorios, y con Telefónica no será una excepción. En la memoria colectiva del sector se encuentra la indemnización de 222 millones que los tribunales impusieron a Euskaltel para abonar a Orange tras romper su contrato entre ambos en favor de Vodafone.
En el caso de Ono, la compañía de cable renovó el año pasado su contrato de móvil virtual con Telefónica tras superar unas escabrosas negociaciones. La controversias entre ambos operadores fueron tan tensas que el cablero presentó un conflicto ante el regulador (entonces la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, CMT) para defender sus intereses, algo insólito en la historia española de las telecomunicaciones.
Telefónica pretendía renegociar al alza las condiciones del contrato debido la fuerza que cobraba el negocio móvil en un operador integrado. Ante esa tesitura, Ono llegó incluso a plantearse la ruptura de las relaciones con Telefónica y caer en brazos de Orange o Vodafone. Finalmente, la sangre no llegó al río y los dos socios pudieron renovar su contrato hasta finales de 2015, con rendimientos muy satisfactorios para ambas partes durante el último año. En concreto, Ono captó más de 600.000 nuevas líneas móviles durante los doce últimos meses, servicios por los que tiene que satisfacer su correspondiente factura a Telefónica.
Los expertos de Fitch apuntaron el pasado miércoles que una eventual "toma de control por parte de Vodafone, que ya suma más 14 millones de clientes de telefonía móvil en España, crearía nuevas e importantes oportunidades de venta cruzada".
Otros analistas consultados por este periódico apuntan que la integración de los activos de Ono en Vodafone pondría el operador rojo a la altura de Telefónica en cuanto a despliegue de redes fijas de alta velocidad. De hecho, la compañía que preside César Alierta ya ha anunciado su intención de extender su fibra óptica en ocho millones de hogares a finales de 2015, frente a los 3,5 millones de residencias equipadas a finales de 2013. En la actualidad, la red de fibra óptica de Ono ya supera los siete millones de hogares y puntos de acceso.