No voy a poner las manos en el fuego, ya que no conozco los detalles a fondo.
Pero todo esto huele muy mal.
Empezando por el espectaculo-esperpento entre La Sanchez Camacho y la Alvarez (ex-Pujol) en el restaurante la Camarga.
O como el caso de la cuentas de Trias y Mas.... a saber donde.
Ahora bien, lo que si conozco de Jordi Pujol (padre), es que él nunca ha llevado una vida ostentosa y disoluta.
Su piso en Barcelona, el de toda la vida, está situado en la Ronda General Mitre casi tocando la calle Muntaner, un lugar ruidoso y con un alto nivel de polución, ya que es parte de una importante arteria de comunicación.
Los años que viví en Barcelona, y que coincidió con el final de su presidencia al frente de la Generalitat, yo tenía alquilado un apartamento a dos calles de distancia, unos 200m, y muchas veces al ir al trabajo coincidía con él, ya que el coche oficial para ir a la Generalitat le recogía alrededor de las 8:30. Y luego su casa de Queralps. Nada que ver con el chalet del ex-difunto Miguel Boyer e Isabel Presley con sus 16 lavabos.
Los famosos 3.5 millones de la herencia, que tenía en Andorra, y de los que él nunca hizo uso del dinero, puedo ser.
Hay personas, incluso en mi familia, los de la generación post-guerra, y especialmente de los que la perdieron, que han tendido los ahorros ahí.
En parte para no pagar impuestos al corralito bajo el mandato de un dictador y por otra parte el hecho de tener un recurso económico fuera del país en el caso de que las cosas fuesen mal.
¿Que después de tantos años, ya podría haber regularizado la situación, y especialmente al adquirir si condición de presidente? También.
¿Que hay intereses oscuros dispuestos a destruir un mito del catalanismo político? También.
Y no, no soy votante del CiU, nunca me gustó su política conformista, y tampoco quiero hacer una evaluación de los hijos de Pujol ya que desconozco los detalles de sus cambalaches económicos y de los que espero que algún día, después de separar la mie*da de la paja, se aclaren.
Lo que es importante remarcar es que si hay alguna mano negra detrás de todo esto, simplemente ha cometido un erro de cálculo pensando que desarticulando el clan Pujol (de la forma que sea) se acabaría con la reivindicación catalanista. Nada más lejos de la realidad. Y mientras tanto, aquí estamos esperando.