Quien quiera ver detalles de este asunto del Popular. Quizás sean coincidencias cósmicas o cosas de la rotación de los equipos de auditoría.
Hasta 2015 el socio que firmaba las auditorías era uno en concreto que además llevaba en el equipo más de dos décadas. En 2016 firma las cuentas otro socio más joven.
En tiempos no muy lejanos cualquier auditor se pegaría por firmar las cuentas del Popular. Ahora la sensación que produce es que han puesto a alguien de poco calado.
Vamos, a tortas por huir del marrón que se avecinaba. Pegándose por abandonar el barco.