La entrada el empresario mexicano Roberto Alcántara en Prisa supone una nueva etapa para el grupo de comunicación, que arrastra problemas financieros desde hace unos años. A finales de 2013, Prisa estimaba su deuda financiera en 2.560 millones de euros. Ese mismo año perdió 85 millones de euros y decidió desinvertir en varios sectores para reducir la deuda.
“Hay que buscar varios mercados, y la audiencia de Prisa es ya más internacional que española”, señala Guillermo de Santos, director de la asesora financiera Grupo I-Capital, en declaraciones recogidas por CNN. Así, considera que “Latinoamérica va a ser el principal mercado de expansión en radio, prensa y editorial”.
El dueño de VivaAerobús invirtió en Prisa en julio de 2014, una decisión que adoptó a raíz de sus encuentros con José Luis Cebrián, consejero delegado del grupo. “Como ellos tienen televisión y radio y periódicos y todo eso, pues dije: ‘Yo creo que podemos hacer sinergias que generen interés’”, señala Alcántara en una entrevista a CNN.
PRIMER ACCIONISTA
El pasado 24 de febrero, Alcántara se incorporó como consejero independiente de Prisa y miembro de la Comisión Delegada. En julio, invirtió 100 millones de euros en el grupo, aumentando su participación hasta el 9,3% del capital y convirtiéndose en el máximo accionista individual.
El mexicano ve posibilidad de crecimiento para Prisa en América Latina y México, aunque no especifica en qué segmentos. “Es una hermosísima oportunidad”, señala, y reconoce que no se “hubiera metido si no lo viera como un negocio”.
El empresario ya había intentado entrar en los medios de comunicación hace unos años, cuando mostró interés por comprar el diario mexicano El Economista junto a los hermanos Anuar y Luis Macisse, que dirigen el Grupo MAC Multimedia.