PRESENTA '¿ADÓNDE VAS CATALUÑA?'[h=1]Tamames: “La idea que más me gusta es la de Felipe, una gran coalición estaría bien"[/h]
D. ForcadaTwitter de D. ForcadaDaniel ForcadaEnviar correo a D. Forcada5AA
El economista y exdiputado constituyente, entre otras tantas cosas,
Ramón Tamames acaba de presentar en Madrid
¿Adónde vas, Cataluña? (Editorial Península), un libro que él mismo define como “un grito por la unión para que todas las Españas continúen su vida en común”. La obra, que constituye una continuación de aquel otro libro suyo (
¿Adónde vas España?, éxito de ventas en 1976), apuesta, por primera vez, por una solución pragmática para que Cataluña salga del laberinto independentista. La solución Tamames pasa por limitar la solidaridad interterritorial al 4% del PIB, apostar por un nuevo sistema de financiación, explorar cambios en la Constitución para encajar a Cataluña y trasladar instituciones como un Senado mucho más reducido a dicha comunidad. Rajoy ha leído su propuesta pero, según Tamames, ha contestado “a la gallega y con un ya veremos”.
PREGUNTA: El título de su primer ¿Adónde vas?, el que se publicó en plena Transición, fue sugerido entonces por José Manuel Lara, dueño de Planeta, que es, ahora, uno de los empresarios más posicionados contra la secesión. ¿Ha tenido algo que ver Lara con esta nueva obra? RESPUESTA: No, absolutamente nada de eso. La idea me la planteó un amigo que me animó a hacer un libro como el de 1976. José Manuel Lara dijo desde el principio que el libro le parecía interesante pero dejó la decisión final en lo que decidiera el editor responsable,
Ramón Perelló, que vino un día a mi casa y, almorzando, me dijo que sí que lo veía.
P.: El libro plantea, por primera vez, una solución práctica para salir del laberinto y evitar el choque de trenes. ¿Ha podido trasladar estas conclusiones al Gobierno y a la Generalitat?R.: Tengo una carta de
Artur Mas donde me dice que el libro no coincide con sus ideas, pero que admira el planteamiento histórico y el estudio que se ha hecho para proponer un arreglo económico y fiscal. Tengo también una carta de
Josep Antoni Duran i Lleida en los mismos términos, aunque menos explícito.
Rajoy, por su parte, siempre tan gallego, dice que es un libro muy interesante y que ya veremos. Y
Jorge Moragas, que es su sombra, pues tampoco se arranca. El que más entusiasmado está con el libro es
Juan José Lucas, vicepresidente del Senado, que nota ahí en la Cámara Alta el panorama que hay.
P.: Y eso que, si fuera por usted, el Senado se reduciría mucho y se mudaría a Barcelona.R.: A mí me parece que eso sería una operación extraordinaria. Se ha hablado varias veces de ello y, además, el Senado en Barcelona significaría que todo el problema territorial se discutiría en español en la capital de Cataluña. Eso sería interesante.
P.: Plantea la creación de una Ley Orgánica de Resolución de Conflictos Territoriales que daría lugar a una Asamblea Deliberante compuesta por 27 representes de Cataluña, de las Cortes Generales y de las Universidades. Detalle un poco más su propuesta…R.: Eso es como un proceso constituyente sin anunciar que lo es y que se crearía para estudiar los problemas serenamente y hacer propuestas. Luego, naturalmente, eso llegaría a las Cortes y las Cortes, si ven que eso implica reforma constitucional, pues tendrían que planteárselo al Gobierno, que es el que debería promover la reforma. Yo creo que eso quita la exclusividad de Cataluña, porque por qué no va a plantear Canarias un conflicto constitucional con el tema del Régimen Económico y Fiscal y Financiero. O por qué el País Vasco no va a plantear una cuestión del tema del Convenio y del Cupo. Estaría abierto a todos, no sería un caso especial para Cataluña aunque, indudablemente, Cataluña lo utilizaría primero si quiere proponer esto por la vía de la legalidad y no de la ilegalidad.
P.: ¿Eso no sería reeditar otra vez el famoso “café para todos”?R.: No lo sé, a mí la propuesta que más me ha gustado en este páramo de sinsabores que tenemos es la propuesta de Felipe González. Felipe plantea el tema de que los dos grandes partidos se tienen que poner de acuerdo. No hay reforma constitucional si no se ponen de acuerdo los dos grandes partidos. Un gobierno de coalición estaría bien. En Alemania hay pactos con los Verdes, con los liberales, pero cuando quieren hacer transformaciones hacen la gran coalición entre el SPD y la CDU. Aquí deberíamos hacer una cosa parecida. Alemania es siempre un buen modelo para el federalismo.
P.: Cómo se nota que usted pertenece a la generación de la Transición. Ahora eso parece poco probable, ¿no cree?…Ramón Tamames. (D.F.)
R.: Yo creo que lo está estudiando más atentamente el PP que el PSOE.
P.: Aboga también por limitar la solidaridad entre comunidades al 4% del PIB, como ocurre con los Länders alemanes. Y dice usted en el libro que Artur Mas estaría de acuerdo con eso…R.: Lo asume cantidad de gente. Yo creo que la idea del Tribunal Supremo de Alemania de establecer un tope del 4% en la solidaridad está bien. Dar dinero para el desarrollo de las regiones más atrasadas no sirve para nada. Italia lo está haciendo desde hace casi 80 años y, comparativamente, sigue igual. En Andalucía, Extremadura y, en menor medida en alguna otra región, los fondos que se transfieren del sistema de financiación autonómica anterior no sirven para nada. Incluso los Gobiernos se convierten en agentes de una sociedad mendicante, de subsidio, que no tiene tanto interés en cambiar las cosas porque están recibiendo unas rentas muy sustanciosas. Y con eso hay que acabar.
Ramón Tamanes. (D.F)
El sistema de financiación autonómica tiene que estar para atender las necesidades básicas, que son la educación, la sanidad, la justicia y las prestaciones sociales. Y lo demás tiene que ir a través del fondo de compensación interterritorial, que está en el artículo 82 de la Constitución y que está olvidado. Porque transferir rentas es regalar dinero y regalar dinero no se puede.
P.: Entonces, ¿tiene esperanza de que se pueda evitar el choque de trenes?R.: Yo creo que sí. Este año es un año muy simbólico por los 300 años de 1714. Es un año muy simbólico, muy mal historiado, muy tergiversado, pero no cabe duda de que tiene su simbolismo y tiene su poder. Así que, cuanto antes pase, mejor. El 9 de noviembre, si no se han resuelto las cosas de otra manera, lo que yo creo que tendría que hacer el Gobierno, en octubre, sería retirarle a la Generalitat las funciones electorales basándose en el artículo 151 de la Constitución y que las administrara directamente el Estado. Habría que decir que el decreto de la Generalitat para ir a votar es anulado. Entonces, la Asamblea de Cataluña montará un gran cisco, sacarán cajas de cartón para votar en las esquinas, pero ya no será lo mismo. Luego, durante un tiempo, tendremos, como decía
Ortega y Gasset, que conllevar el problema de Cataluña. Un problema que, en algunos casos, es irresoluble. Sólo empezó a resolverlo, en algunos aspectos,
Felipe V en 1714. Y hasta 1808-1812, con las Cortes de Cádiz, nadie planteó seriamente volver al régimen anterior. Fue un siglo tranquilo y de prosperidad.
P.: En varias ocasiones cita al general Prim como figura histórica referente a tener en cuenta para la solución del problema ¿Por qué?R.: Era un catalán de alta calidad y, al mismo tiempo, veía a la nación española como un bien supremo. Él siempre luchó contra la tiranía y cuando llegó en el año 1869 a presidente del Gobierno impulsó la Constitución más democrática que ha tenido España. Con sufragio universal, soberanía nacional, separación de poderes y la inclusión, por primera vez, de los derechos humanos. Él tenía, además, una visión modernizadora de España. Es decir, era un estadista de verdad. Es una figura única y por eso yo lo planteo como modelo. Si me preguntas qué figuras históricas ha habido en España a lo largo de los siglos, en el XIX no ha habido otra que tenga la categoría de Prim. En el XX, probablemente, sería
Suárez.