El trader no cree que puede predecir los hechos que ocurrirán en un futuro, y no puedo creer que las decisiones que tomo sean las más acertadas, por lo que no puedo saber que dirección tomaran los precios con certeza en los próximos minutos, hasta que estos tomen movimiento; que no puedo mantener las posiciones abiertas si me rompen una directriz.
No hay fórmula mágica para vencer al mercado, nadie la conoce, yo tampoco y posiblemente jamás existirá. El secreto de un trader de exito en los mercados es sencillo. Conocer las propias emociones y las propias limitaciones personales. Hacer buenas entradas y proteger siempre las posiciones hasta que la tendencia termine en un punto determinado o simplemente gire. Cuando la entrada es fallida, en dos segundos FUERA, se acabo la posición. No hay discusión, no hay esperanza de giro, no existe nada.
Si esto no lo hacemos, entraran en la enfermedad del trading, grandes subidones de adrenalina, grandes euforias. Grandes bajones, grandes depresiones.
Esta maldición que todos padecemos, se radicalizara en todos nosotros cuando no nos conocemos, cuando no respetemos nuestros conocimientos y cuando no guardemos nuestras propias estrategias con las disciplinas más espartanas.
Solo se es trader, cuando se tiene el valor de pinchar la tecla roja o la verde, el envío de las órdenes al mercado y la severa disciplina que lleva consigo, ésta es necesaria para alcanzar en éxito en cualquier actividad, en esta actividad más que en ninguna otra. El Mercado nos hipnotiza; por los GRANDES BATACAZOS que reparte.
¿Cuando han visto a un trader famoso dar cursos de bolsa? Nunca jamás.
Solo dan conferencias con almuerzos o cenas en los que ellos intervienen para invitados. Con un valor por cubierto de 6.000 $ o mas, cuando este cuesta 100 $. La diferencia la donan a una ONG o la entregan en ayudas sociales.
Solo formaran a un trader cuando ellos quieran y sin cobrar.