Es curiosa la contradicción. Por un lado, reclamando el respeto para según que costumbres particulares, y, por otro, pidiendo la abolición de tradiciones comunes y arraigadas en el acerbo colectivo.
Depende.
Los Evangelios solo hablan de «magos», en ninguna parte se indican sus nombres, ni que fuesen reyes, ni que fueran tres. Estas creencias fueron agregadas varios siglos después (posiblemente para contentar el poder feudal... los Reyes son g
uais!!) y se han mantenido en la tradición popular.
Para los que nos sentimos un poco republicanillos, no nos importa dejar de lado esta tradición. (Aunque respeto que algunos la continúen celebrando)
Pero... ¿que sentido tiene traer regalos a los niños día antes de la vuelta al cole?.
Desde pequeño lo he encontrado bastante cruel.
Los anglosajones, un poco más pragmáticos, hace tiempo se dejaron de milongas... y en la tierra paz y en el cielo gloria.