Esto es lo que pasó en Dinamarca en 2007, cuando el gobierno anunció una reducción de impuestos. La gente pensaba que eso mermaría los servicios públicos.
La mitad de lo que ganan los daneses se lo lleva Hacienda. Siete de cada diez daneses apoyan el nivel actual de fiscalidad porque garantiza su estado del bienestar, uno de los más generosos del planeta: educación gratuita del colegio a la universidad, ayudas de más de 700 euros mensuales para todos los estudiantes mayores de edad, sanidad gratis y de calidad, pensiones generosas, permisos de maternidad pagados de hasta un año que se reparten la madre y el padre, viviendas y guarderías subvencionadas, autopistas sin peajes.
Reescrito del XLSemanal.