Buenas tardes,
Vuelvo a estar plenamente de acuerdo contigo, Juan Carlos.
Mi matiz es que más que casino del tres al cuarto esto es un casino años 20, tugurio lleno de humo, música de jazz de fondo, y matones a sueldo vigilando el garito.
Soy consciente que la Bolsa es la manifestación más perversa del capitalismo. Para que uno gane, otros han de perder. Si a esto le sumamos las trampas, la desinformación, el jugar con cartas marcadas, los lobos con piel de oveja, las casas de análisis cuyos ingresos reales provienen de agencias, los analistas que no se entretienen a analizar, pues pone las cosas muy desiguales.
Ya no se invierte, se apuesta. Ludopatía en estado puro. No hay método fiable, pues los constructores de gráficas incorporan trampas. Un regulador que mira hacia otro lado. Unos productos y derivados que cada vez importan menos a qué se dedica la empresa o el sector.
Por lo que he visto en este sector (y no soy profesional) gente honesta contada con los dedos de una mano. Mi sexto sentido me dice que tú, Juan Carlos, eres uno de ellos, pero desafortunadamente sucede muchas veces que la gente honesta no se hace rica (ojo, a lo mejor estás forrado, y espero que sea así!).
Yo seguiré tirando de intuición y análisis individual. Pero seguiré siendo un pececillo en un mar de tiburones desalmados, como la mayoría de los que estamos aquí.
Salud!
A.
lo están convirtiendo en un casino del tres al cuarto, apuestas sobre cierres, apuestas sobre niveles, apuestas sobre donde está algo en un minuto determinado y todo da igual, no importa donde pueda estar dentro de un tiempo