He encontrado este análisis.
Cuatro factores Los expertos apuntan cuatro factores clave.
Primero, una toma de beneficios después de la intensa revalorización de los activos de renta fija experimentada desde comienzos de año.
Segundo, un cierto temor a que el BCE eche el freno en el programa de compra de activos tras comprobar que ha surtido efecto sobradamente. El
tercer factor está en los tipos en Estados Unidos, que se han disparado en menos de dos semanas. El 10 años ofrece ahora cerca del 2,4%, cuando a mediados de marzo estaba por debajo del 2%. Y el
cuarto son las tensiones en Grecia.
El previsible movimiento de subida de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos, a partir del próximo mes de junio es el motor de esta escalada en los intereses al otro lado del Atlántico. Desde finales de 2008, la Fed ha mantenido los tipos de intervención a corto plazo entre el 0% y el 0,25%, y
ahora Janet Yellen, su presidenta, anuncia reiteradamente que ha llegado el momento de subirlos. Grecia y EE UU En opinión de
Javier Ferrer, director de renta fija de
Ahorro Corporación, la incertidumbre por la difícil situación financiera de Grecia explica la renovada tensión que se aprecia hoy en la deuda soberana europea, si bien alude también a la creciente influencia del alza de rentabilidad del bono estadounidense a diez años.
“El treasury está influyendo con fuerza, hay mucha correlación entre sus movimientos y la deuda a largo plazo europea. El mercado ya empieza a descontar el alza de tipos en Estados Unidos”, explica. Así, si el rendimiento del
treasury no alcanzaba el 2% a finales de abril, ahora se coloca en el 2,34%. “No sería de extrañar que el flujo de inversión estuviera acudiendo al bono estadounidense”, añade, lo que explicaría también la caída de precios de la deuda europea, a la inversa del alza de sus rentabilidades.
Ferrer no descarta aun así el regreso del bono español a rendimientos cercanos al 1%, pese a que hoy se encuentre de nuevo próximo al 2%. El compromiso del BCE de realizar compras por 60.000 millones de euros es
garantía de presión a la baja sobre las rentabilidades de la deuda europea y el BCE encuentra una clara oportunidad de comprar más barato cuando los rendimientos han subido. “Veremos movimientos de ida y vuelta en el mercado de deuda con más frecuencia”, sostiene.
Un factor más que pesa en la presión que soporta este mes la deuda soberana es la mayor abundancia de emisiones. En el mes de abril, la oferta neta de papel –es decir, la diferencia entre las emisiones de los tesoros y lo que absorbía el BCE– fue negativa en 42.000 millones. En mayo en cambio será positiva en más de 45.000 millones, lo que explica que la mayor oferta presione a la baja sobre los precios, explica Javier González, de BNP Paribas.
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