Estoy convencido que el Mercado es bajista porque las agencias así lo han decidido, y las razones que se dan para ello no son sino excusas, léase en el pasado el abismo fiscal estadounidense, las tensiones provocadas por Berlusconi, etc. etc. etc.
En la primera sesión de enero el Ibex subió con fuerza. En las dos siguientes, pese a que nada había cambiado en Grecia, bajo con más fuerza aún, y ciertamente, en lugar de escudarse en Grecia, bien podrían argumentar que la causa de tal bajada era que el Pisuerga pasa por Palencia.
Visto lo visto, soy muy pesimista respecto al futuro bursátil, al menos a corto plazo, y a tenor de lo sucedido esta semana, ahí van las próximas cuatro excusas para tumbar la cotización:
1º) La cantada victoria de Szyriza en las próximas elecciones del 25 de enero en Grecia unida a la inevitable subida de Amanecer Dorado, lo que originiará que más del 50% de la cámara esté representada por partidos contrarios al euro.
2º) El inevitable ascenso del Frente Nacional en Francia, aupado por el atentado de hoy. Los socialistas franceses están de pena y la derecha ha tenido que recurrir a un Sarkozy ya muy quemado. El FN cuando menos será árbitro en la próxima formación de gobierno.
3º) Lo expresado en el punto anterior respecto al Frente Nacional es equivalente pero en mayor medida respecto al UKIP británico. Es imposible encontrar un inglés de la calle que esté a favor de la Unión Europea; los laboristas carecen de un liderazgo sólido y a Cameron no le queda más alternativa que acoplar sus propuestas a las de los euroescépticos del UKIP.
4º) Quien conoce bien Alemania sabe que Merkel tiene un futuro bastante negro, pues su creciente popularidad fuera del país como dirigente tenaz y sensata contrasta con su creciente impopularidad puertas adentro. La presión migratoria en Alemania es brutal, con la consiguiente disminución de salarios y aumento de una criminalidad hasta ahora casi inexistente. Los más disgustados empero son los propios votantes del CDU, para los que Merkel no tiene sino palabras de desprecio tachándolos de intolerantes y xenófobos. Alemania está ahora mismo en una espiral que recuerda mucho a la de Aznar: puertas abiertas de par en par a la inmigración, con el correspondiente incremento del consumo interno, mejora de la competitividad y una burbuja inmobiliaria que crece cada vez más. Cuando explote, que explotará, la ira contra Merkel, especialmente entre su propio electorado, se decantará hacia movimientos populistas y antieuropeos como el AfD, que subió espectacularmente en las últimas europeas y que sigue aumentando en las expectativas de voto.
Lo descrito hasta aquí hace de lo de Grecia un cuento infantil, pero yo estoy seguro que los actuales gobernantes de la Unión Europea ya saben como capear estas situaciones que por otra parte son inevitables. No obstante, serán excusa para nuevos asaltos bajistas que harán de los actuales meras jornadas anecdóticas.
O la bolsa se guía por los resultados empresariales, o si sigue como hasta ahora excusándose en los titulares políticos sus días estarán contados, al menos para lo que al pequeño inversor se refiere.