Este titular es plenamente demagógico. No cobran menos por ser españoles, sino por tener un contrato distinto. No niego que ello sea injusto, pero lo de ser español no tiene nada que ver. Todos critican a Alemania, y casi todos sin conocer el país. Lo cierto es que pocos países acogen más mano de obra extranjera y pocos tienen una legislación antidiscriminatoria tan potente como la alemana. Allí también cuecen habas como en todas partes, pero aquí haríamos mejor en arreglar lo nuestro que en buscar victimismos fuera.