Fomento acusa de despilfarro al Gobierno de Rodríguez Zapatero. Según datos de la Inspección General del Ministerio, a los que ha tenido acceso este periódico, desde 2008 hasta 2011 los sobrecostes en las obras analizadas por este organismo dependiente de la Subdirección General de Servicios y Obras de Fomento han superado los 4.776 millones de euros, entre modificaciones y obras complementarias. Ello ha supuesto que de un presupuesto inicial de 51.145 millones de euros de las obras que han sido analizadas, se haya pasado a uno final de 55.921 millones.
Por contra, en los dos años completos de legislatura del Gobierno del PP, estos sobrecostes se han reducido al mínimo, hasta tal punto que en el ejercicio 2013 entre modificaciones de obra y obras complementarias, el resultado ha salido negativo (ha disminuido 7 millones respecto al presupuesto inicial de las obras analizadas).
Estos datos se conocen el día posterior a la detención de varios cargos de Adif y de la constructora Corsán por un presunto "sobrecoste ilícito" de 6 millones en el tramo de alta velocidad entre la estación de la Sagrera, en Barcelona, y el Nudo de la Trinidad, un proceso que se produjo entre los años 2008 y 2011.
El incremento del presupuesto de 4.775 millones se debe en su mayor parte por el gran número de modificados y obras complementarias que han sufrido estas infraestructuras, entre las que destacan sobre el resto las de la nueva red ferroviaria de alta velocidad. Por norma, la Inspección General de Fomento investiga las obras en las que se hayan registrado modificados por un importe superior a 3 millones de euros, que en el caso del AVE, han sido la mayoría.
Si en el año 2008 se contabilizaron 233 modificaciones de obra y 37 obras complementarias en España (en total, 270), en 2013 se redujeron al mínimo: 57 y 6, respectivamente, y en la mayoría de los casos estas rectificaciones sobre el proyecto original han sido a la baja, algo impensable a mediados de la década pasada.
[h=2]Fiscalización de las obras[/h]Pero el Ministerio de Fomento quiere que este proceso de fiscalización de la obra pública siga mejorándose. Así, tras conocerse las irregularidades en la obra del AVE a Barcelona, la ministra de Fomento anunció ayer que ha dado instrucciones expresas para que se lleve a cabo una auditoría operativa en Adif, que se suma a la auditoría interna paralela que lleva ya a cabo el gestor ferroviario desde el inicio de esta legislatura. La compañía presidida por Gonzalo Ferre ha seguido muy de cerca todos los procesos de licitaciones para optimizar los concursos y evitar, en la medida de lo posible, las modificaciones de obra al aplicar "criterios de austeridad y racionalidad en la ejecución de los proyectos", según explican fuentes del Ministerio de Fomento a este periódico.
En el caso de la señalización ferroviaria, por poner un ejemplo, Adif ha tumbado de manera ejemplar propuestas económicas de candidatos que suponían una baja temeraria respecto del precio inicial de la oferta porque no podían justificar esa rebaja. Por poner un ejemplo, y tal y como publicó elEconomista, el gestor eliminó recientemente al fabricante CAF en dos contratos por bajas temerarias.
La línea de alta velocidad Madrid-Barcelona siempre ha estado bajo la sospecha por sus sobrecostes. Según un informe del Tribunal de Cuentas, esta faraónica obra de 621 kilómetros partió con un presupuesto inicial de 6.822 millones. Pero tras las modificaciones, las obras complementarias, obras de emergencia, revisiones de precios y de las liquidaciones adicionales la obra ascendió a 8.966 millones de euros, lo que representó una desviación del 32,4 por ciento respecto al precio inicialmente previsto: 2.144 millones de euros más.
[h=2]Tribunal de Cuentas[/h]De hecho, la sección del enjuiciamiento del Tribunal de Cuentas anunciaba ayer que tenía abiertas varias diligencias en relación con la construcción del AVE Madrid-Barcelona tras haber realizado un Informe de Fiscalización de las principales contrataciones de esta obra, que se desarrollaron desde el 1 de enero de 2002 hasta la entrada en funcionamiento de la línea.
Tras las indagaciones, el Tribunal de Cuentas ha detectado dos anomalías bastante llamativas. La primera de ellas es el incremento del precio del contrato para la construcción de la Plataforma en el tramo Hospitalet-La Torrasa por importe de 247 millones de euros, una cifra que supone un 230 por ciento respecto del precio de adjudicación del contrato. También se han encontrado deficiencias en el proyecto para las obras de construcción de los tramos Castellbisbal-Papiol, Hospitalet-Can Tunis y La Torrasa-Sans, que hicieron modificados y complementarios por un importe cercano a 167 millones de euros "sin que conste que se hubiera promovido la exigencia de responsabilidad alguna a los contratistas respectivos", añade la sección de enjuiciamiento del Tribunal de Cuentas.
