Repsol está preparando una operación de compra y, según indicaron fuentes consultadas por este diario, el foco estaría puesto en estos momentos en Noruega.
La petrolera española tiene interés en crecer en mercados desarrollados y, para ello, necesita hacerlo con negocios que ya estén generando caja, con el objetivo de mejorar su balance con activos productivos.
La compañía presidida por Antonio Brufau siempre ha mostrado su interés por crecer en Estados Unidos y Canadá, pero la primera operación de compra podría estar más cerca de lo previsto. La petrolera quiere aprovechar su posición de liquidez, con más de 12.000 millones de euros en caja, después de haber tenido que vender su negocio de GNL a Shell y de estar a punto de cobrar los bonos argentinos como compensación de YPF, un extremo que puede retrasarse unos días a la espera de conocerse los resultados tanto de Repsol como de YPF a finales de esta misma semana.
[h=2]Tiene tres posibilidades[/h]Repsol tiene ante sí tres posibilidades en el mercado de compañías que han decidido desprenderse de activos en Noruega. Concretamente, la canadiense Talismán Energy, Marathon Oil y Total.
La principal candidata es la empresa canadiense Talisman Energy, que tiene en venta cuatro bloques ( Blane, Gyda, Varg y Rev) que estarían valorados en unos 3.000 millones de dólares.
Del mismo modo, la petrolera francesa Total quiere desprenderse de un bloque llamado Gina Krog en el que mantiene una participación del 38% y en el que se están invirtiendo cerca de 2.100 millones.
Asimismo, Marathon Oil quiere centrarse en su negocio en Estados Unidos y, por este motivo, está dispuesta a desprenderse de sus activos en Reino Unido y en Noruega.
Repsol tiene presencia en Noruega desde el año 2009. La operación permitiría entrar en una zona madura y generar automáticamente nuevos ingresos sin tener que esperar a los procesos de maduración.
Por otro lado, la situación accionarial de Repsol ha hecho correr ríos de tinta este fin de semana. Pemex evitó ayer pronunciarse sobre su posible intención de venta del 9% que mantiene en la petrolera española, aunque reconoció el malestar generado por las formas en las que se eligió a Josu Jon Imaz como consejero delegado. No obstante, Repsol explicó que llevaba varios meses preparando el nombramiento.
El Grupo Villar Mir, por contra, si que salió al paso de la publicación de su presunto interés en entrar en el capital de Repsol y volvió a asegurar que "no ha habido ningún contacto, ni conversión, ni intención de tomar una participación en Repsol". Los títulos de la petrolera retrocedieron ayer en bolsa un 0,13% y cerraron en los 19,36 euros por acción.